El conde preso. Grifos Lombardo – Peranzanes

Al conde lo llevan preso       y al conde Miguel al Prado,
no lo llevan por ladrón       ni por cosas que ha robado
por esforzar una niña       n’el parador de Santiago.
Como era hija del rey       sobrina del Padre Santo,
como era de aquel linaje       la muerte le sentenciaron.
De día la guardan cien hombres       de noche dosciento y cuatro.
—Quién me diera aquí tener       a mi primo don Bernardo,
ese no teme a cien hombres       ni tampoco a ciento y cuatro.
Bernardino está en los juegos       a la puerta lo llamaron
y cuando salía de casa       ya salía preparado,
con una espada en el cinto       y otra desnuda en la mano.
Yendo por el camino       con don Alfonso ha encontrado:
—¿Dónde va don Bernardino       dónde va tan preparado?
—Voy librar un primo mío       que cuentan que van a ahorcarlo.
—Si fuese primo de usted       yo mandaría soltarlo.
No hizo caso del rey       ni tampoco del mandato,
sin poner pie al estribo       ligero monta a caballo.
Mucha prisa que llegó       ya lo estaban sentenciando,
dio una patada al verdugo       la cabeza fue rodando,
dio una patada a la horca       la hizo en cien mil pedazos.
—Toma primo esta espada       juégala en cualquiera mano.
Y al conde lo llevan preso       y al conde Miguel al Prado.