El quintado – Villamartín de don Sancho

En un hospital de Cádiz       habitaba una enfermera
y varios los soldaditos       hablaban de esta manera:
—Soldadito, soldadito       ¿por qué llevas tanta pena?
Es que te marea el mar       o el humo de las calderas.
—A mí no me marea el mar       ni el humo de las calderas,
que es que me he casado hoy       y me llevan a la guerra.
—¿Tan bonita es tu mujer       pa acordarte tanto de ella?
—Metió la mano en el bolso       y sacó un retrato de ella.
Sacó la fotografía       para que todos la vieran
y el capitán que la vio       quedó prendadito de ella.
—Anda soldadito anda,       anda a ver a tu morena,
que por un soldado menos       no perderemos la guerra.
—Ábreme la puerta Lola       ábreme la puerta estrella,
que con un retrato tuyo       me he librado de la guerra.
—Yo la puerta no la abro       que mi novio está en la guerra
y me dijo a la marchada       que la puerta no la abriera.
Y allí fueron los abrazos       y aquí fueron los suspiros
y aquí termina la historia       de un matrimonio querido.