Inocente calumniada por el diablo: El lindo don Juan – Casares de Arbas

Estando don Juan labrador       en su florecido huerto,
regando la sabadilla       muy alegre y muy contento,
pasó por allí el demonio       vestido de caballero:
—Hola por aquí, don Juan.       —Hola por aquí, don Pedro.
—Lo que te vengo a decir       no es lo mal que te quiero,
que la tu esposa María       esta noche formó un pleito,
con un primo carnal suyo       y escribano de ese pueblo.
Ya se va don Juan a casa       con mucha calor y fuego,
la primer sala       estaba su mujer leyendo,
la otra de más allá       las tres hijas durmiendo.
Va a la hija mayor       le echa los brazos al cuello:
—Hija de mi corazón,       regalo de mi consuelo,
tu padre me quiere matar       yo no sé si lo merezco.
Va a las otras dos       y a las dos les dijo lo mismo.
Ya empieza a despojar       la ropa de su cuerpo,
ya empieza a despojar       los anillos de sus dedos,
le dio siete puñaladas       sin temor a los infiernos.
Monta en un caballo blanco       y camina para los infiernos.
Antes de llegar a Turca       los vecinos lo supieron,
que las puertas de don Juan       en tres días no se abrieron.
Vino la justicia       y las puertas de par se abrieron,
la primer sala       estaba su difunto cuerpo,
en las otras de más allá       estaban las tres hijas diciendo:
—Aquí vino una señora       con un niño muy pequeño
y le curó las heridas       con sus delicados dedos,
el alma de mi madre       está cantando en los cielos
y el alma de mi padre       ardiendo en los infiernos.