La apuesta ganada – Corporales de Cabrera

—Yo tengo una apuesta madre       no sé se la he de ganar
y el dormir con Mariana       y antes del gallo cantar.
—No te metas hijo mío       puestas que no has de ganar.
—Y usted como madre mía       buen consejo me ha de dar.
—Viste mi vestido de seda       mi pañuelo anaranjado,
a la puerta de Marïana       y allí te vas a pasear.
—¿De dónde es la tejedora       tan polido trae l’andar?
—Yo soy la tejedora       de las orillas del mar,
una tela tengo urdida       y otra tengo en el telar,
para la que tengo urdida       la seda vine a buscar,
me han dicho que usted la tiene       si me la pudiera dar.
—Yo tener sí la tengo,       pero está por devanar.
Corran, corran mis criadas       la seda y a devanar,
que la tejedora es tarde       y ella se querrá marchar.
—Yo si usted me da pusada.       —Y a mí lo mismo me da,
dormirá con mis criadas       que a mí lo mismo me da.
—Yo con sus criadas no,       …………………………
que ellas al tener amores       y a mí me han querer matar.
—Pues dormirá usted conmigo       que a mí lo mismo me da.
Y eso de la media noche       Marïana voces da:
—Corran, corran mis criadas       la seda y a devanar,
que la tejedora de ayer tarde       tejedor se volvió ya.
—Calla, calla Marïana       contigo me he de casar.
—Paren, paren mis criadas       que es un sueño que me da.