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La difunta pleiteada – Zotes del Páramo

Romance

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Categorías
Tradición oral
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Subcategorías
Romances
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Descripción

Romance sobre la aventura amorosa: amores con final trágico. Audios recopilados en La tradición oral leonesa. Antología sonora del romancero (2019), de David Álvarez Cárcamo.

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Transcripción

En la ciudad de Aragón       donde se cría el romero,
también se criaban dos       y una niña y un mancebo.
Mucho se quieren de niños       y de mayores lo mismo,
sus padres no se la daban       porque era joven la niña,
sus padres no se la daban       y la tiene merecida.
Se marchara por el mundo       por ver si la aborrecía,
siete años fuera de casa       y olvidarla no podía,
de los siete pa los ocho       para casa se volvía.
—Sala, mi caballo, sala       y sala mi caballería,
sala, mi caballo, sala       que ya va viniendo el día.
—Al revolver de un cantón       y al revolver de una esquina
y encontró don Juan un niño       que siete años no tenía.
—Dime niño, dime niño,       dime por toda tu vida,
dime si se habrá casado       doña Ángela de Medina.
—Hoy se casa y hoy se casa       y hoy se casaba la niña.
Y al pasar él por allí       y un suspiro dio la niña.
Luego se apropió su novio,       su padrino y su madrina.
—¿Por quién das ese suspiro       doña Ángela de Medina?
—Lo doy por un caballero       que por aquí pasaría.
Todos se fueron pa casa       con contento y alegría.
Todos comen todos beben       y la niña no comía,
la sacaran de paseo       solo por si se esparcía
y en el medio del paseo       muerta se cayó la niña.
La coge su esposo en brazos       para casa la volvía
y al otro día siguiente       y a enterrar fueron la niña.
Al revolver de un cantón       y al revolver de una esquina
y encontró don Juan un niño       que siete años no tenía.
—Dime niño, dime niño,       dime por toda tu vida,
dime dónde está enterrada       doña Ángela de Medina.
—En esa cruz que reluce       de oro y de plata fina.
Pidió licencia al portero       para visitar la niña.
Le rezó siete rosarios       con siete aves marías,
le rezó siete rosarios       sin levantar la rodilla.
Ya que estaba en la oración       le habló la Virgen María:
—¿Qué me vas a dar don Juan       porque te la vuelva a vida?
—Mi cuerpo disciplinado,       mil doscientas disciplinas,
dar limosna a to’los pobres       ir a misa to’los días.
La coge y la desentierra       y la ha puesto en su rodilla
y él le preguntaba cosas       y ella cosas le decía.
La agarrara por la mano       y van por la calle arriba
y al saberlo y el otro       y pleito puso a la niña.
Y al estar en el pleito       le habló la Virgen María:
—Y no formes pleito tú       no formes pleito a la niña,
que si la lleva don Juan       es que la tiene merecida.
Esto sirve de escarmiento       y a los padres de familia,
que cuando quieran casarse       no quiten gusto a sus hijas.

¡Y es verdad, por culpa de las tierras!