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La esposa de don García – Andiñuela

Romance

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Categorías
Tradición oral
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Subcategorías
Romances
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Descripción

Romance sobre cautivos y presos. Audios recopilados en La tradición oral leonesa. Antología sonora del romancero (2019), de David Álvarez Cárcamo.

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Transcripción

Por aquella cuesta arriba       caminaba don García,
2 en busca de la su esposa       que perdida se le había.
Fuese a en casa la su madre       la su madre tan querida.
4 —¿Visteis por aquí a su nuera       a su nuera esposa mía?
—Por aquí pasó ayer tarde       bien contenta que ella iba,
6 vestida iba de oro       calzada de plata fina,
filluela de oro en sus manos       muy bien que ella la tañía
8 y con doscientos perros moros       llevaba en su compañía
y el cantar que ella llevaba       muera, muera don García.
10 Fuese a en casa la su madre       —Que otra razón me daría
la su madre tan querida.
12 —¿Visteis por aquí a su hija       a su hija esposa mía?
—Por aquí pasó ayer tarde       y bien triste que ella iba,
14 vestida iba de oro       calzada de plata fina,
filluela de oro en sus manos       muy bien que ella la tañía,
16 con doscientos perros moros       llevaba en su compañía
y el cantar que ella llevaba       valme, valme don García.
18 Por aquella cuesta arriba       más volaba que corría,
en el medio del camino       puso y tocó una bocina,
20 bien no había terminado       ya le había oído la niña,
pidiera descanso un rato       al lao de una fuente fría.
22 —Escanciador que escancee       escancee con cortesía,
hemos de dejar un trago       pal que toca la bocina.
24 —O era primo o era hermano       marido suyo sería.
—Ni era primo ni era hermano       marido no lo tenía,
26 siempre me ha gustado oír       el toque de la bocina.
Estando en estas razones       allá llega don García.
28 —Dios le ayude a los señores       también le digo a la niña.
—Ahora que está usted aquí       nos ha de pasar la niña.
30 —Mi caballo no consiente       mujeres de honra perdida.
—Ella si honradita estaba       honradita quedaría,
32 nosotros la hemos hallado       en esos montes de arriba.
—Pasen, pasen los señores       que yo pasaré a la niña.
34 Cogiérasela en el caballo       y para atrás la volvería.
—Déjenos l’oro y la plata       ya que nos lleve la niña.
36 —Ni dejo oro y la plata       ni tampoco la niña.