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La hermana cautiva – Tabuyo del Monte

Romance

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Categorías
Tradición oral
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Subcategorías
Romances
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Descripción

Romance sobre cautivos y presos. Audios recopilados en La tradición oral leonesa. Antología sonora del romancero (2019), de David Álvarez Cárcamo.

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Transcripción

Vamos a cantar señores       la coplita de la niña,
la que robaron los moros       en los montes de Melilla.
—Cuando yo era pequeñita       apenas tenía cinco años,
de los brazos de mi padre       los moros me arrebataron,
me llevaron al desierto       largo tiempo me tuvieron,
hasta que yo fui encontrada       por mi hermano el aguileño.
—El día de los torneos       pasé por la morería,
oí cantar a una mora       al pie de una fuentecita.
Apártate mora bella       y apártate mora linda,
deja beber mi caballo       en esa agua cristalina.
—No soy mora, caballero       que soy cristiana cautiva,
me cautivaron los moros       desde pequeñita y niña.
—Si quieres venir conmigo       para mi caballeriza.
—Y estos pañuelos que lavo       ¿a dónde yo los dejaría?
—Los de seda y los de hilo       para mi caballeriza
y los que no valgan nada       por la corriente seguían.
—Y mi honra, caballero       ¿adonde yo la dejaría?
—En la punta de mi espada       y en mi corazón cautiva.
Y al llegar a la montaña       diera un suspiro la niña:
—¿Por quién suspiras mi alma       por quién suspiras mi vida?
—Y cómo no he de suspirar       siendo aquí a donde venía,
con mi hermano el aguileño       y mi padre en compañía.
—¡Válgame la Virgen Santa       la Virgen Santa María!
creí traer a una mora       y traigo una hermana mía.
Ábranme las puertas padre       ventanas y celosías,
aquí les traigo el tesoro       que lloraban noche y día.
Sus padres la recibieron       con muchísima alegría
y luego le preguntaban:       —¿Con los moritos qué hacías?
—A mí los moritos, padre,       a mí mucho me querían,
solo estaba pa guardarle       los pavos y las gallinas.
Vamos a escribirle padre       a los moros una carta,
yo las señas bien las sé       cortijo de Casablanca.
La carta ya se escribió       ya vino contestación:
—Que si nos vamos con ellos       nos regalan un millón,
un cortijo con seis huertas       seis ganados de labor.
Y se casa la cautiva       con el hijo del patrón.