La serrana matadora. La serrana de la Vera – Caboalles de Arriba
Romance
Romance con la mujer como protagonista: sobre matadoras. Audios recopilados en La tradición oral leonesa. Antología sonora del romancero (2019), de David Álvarez Cárcamo.
—Un domingo yendo de caza encontrome y encontrela,
me encontré con la serrana que habita en Sierra Morena
y me cogió de la mano y a la su cueva me lleva.
Cuanto más adentro me entra más me aprieta la muñeca,
a la entrada de la cueva una mala seña viera.
Me atreví y le pregunté: Serrana ¿aquello qué era?
—Estas son pellejas de oso y pellejas de rapiega
y estas son cabezas de hombres, que hombres maté en la mi cueva,
lo mismo he de hacer contigo cuando mi voluntad sea.
—La serrana aviva el fuego, da una vuelta por la cueva,
de palomas y pichones trajo la manigua llena,
las palomas para mí los pichones para ella.
Estando en estas palabras ella en la cama se endiestra:
—Esta cama, paisanito, no es a estilo de tu tierra,
que estas son pellejas de oso y pellejas de rapliega.
—Estando en estas palabras ella dormida se queda,
eché mano del caballo del bolsillo la moneda,
cuando la serrana espierta ya anduviera legua y media.
Cogió la honda en la mano y empezó a tirarme piedras,
las tira de jara en jara las tira de sierra en sierra,
la primera que tiró me derribó la montera.
—Vuelva, vuelva, usted villano, vuelva a buscar la montera.
—La montera es de mal paño, como si fuera de seda,
Dios me ayude a comprar otra aunque no sea como ella.
—Lo que le encargo, galán, que no sea descubierta.
—Descubierta no serás hasta la venta primera.
Ir a prender la serrana que habita en Sierra Morena.
Siete pares de justicia se juntan para prenderla,
cogió la honda en la mano y a todos les dio faterna,
solo un chico de quince años que del cabello se endiestra,
con un cuchillito de oro el corazón le atraviesa.
La cabeza pesa una arroba cada pierna arroba y media
y toda por junto pesa catorce arrobas y media,
la pusieron de presencia en las puertas de la iglesia.