Los soldados forzadores – Zuares del Páramo

Domingo de Ramos era       cuando la Pasión venía,
iba un cabo y un sargento       juntos a una romería.
Le dice el cabo al sargento:       —¡Mira qué niñas más lindas!
Una vestía de verde       y otra de verde vestía
la del azul y el morado       me roba el alma y la vida.
Ya se recoge el ganado       ya se recogen las niñas
y aquellos dos galanes       hacia sus casas se iban.
Ya llamaron a la puerta       ya su madre respondía:
—No llamamos a usted       que llamamos a su hija.
—Mi hija no está en casa       que está en casa de una tía,
que la invitó a cenar       a una función que tenía.
Pero ellos no respetaron       puertas al suelo tiran,
que del primer puñetazo       la madre al suelo caía.
Uno por más atrevido       sube la escalera arriba,
cuando sube al primer punto       allí encuentran a la niña.
La niña estaba cosiendo       la almohada enseguida tira
y le dice al señor       por Dios y Santa María.
que la dejaran poner       una más limpia camisa.
—Debajo de mi capote       no necesitas camisa
y si la necesitaras       de mortaja te servía.
Saca el sargento el puñal       la cabeza le derriba,
se la entregan a su madre       como si estuviera viva.
—No llores, madre del alma,       no llores, madre querida,
que mi alma está en el cielo       junto a la Virgen María
y la de aquellos traidores       en el infierno ardía.